"Buenas noches, que descansen" (sonrisa fingida para disimular y contener el llanto) cerrar la sesión y apagar el computador con la mirada desconcertada y los ojos aguados.... pienso, ojalá no les pase nada... siento una presión horrible en el corazón....

Soy profesora de una maestría virtual que tiene estudiantes de todo el territorio colombiano. En clase, me acababan de contar algunos de ellos que no les era posible conectarse porque están ayudando a

sus estudiantes en las trincheras de las protestas... varios de ellos los vieron morir, pienso en ellos ... no quiero levantarme y saber que algo les sucedió ... viene el insomnio, la impotencia, la ansiedad y las ganas incontenibles de llorar... ¿Qué hacer? me siento incómoda en mi cama .... paila, empiezo a escribir a mis amigos de la pedagógica y a mis estudiantes de derechos humanos ... vemos redes, llega la angustia... a apoyar al menos con los parceros de los combos y los medios alternativos a mover las denuncias .... nunca antes me había sentido tan inútil....